Mucho se empieza a hablar de la salud mental, tema tabú hasta hace poco tiempo, pero el problema social de la influencia del mal uso de la tecnología, de la informática, continúa aumentando los estragos en la mente de las personas.
El nefasto uso de móviles y “tabletas” incrementa las patologías mentales en niños, jóvenes y adultos.
Los padres dejan el móvil y la tablet a los hijos pequeños para que jueguen con él y no “den guerra” y los adultos se obsesionan y dependen patológicamente de su uso.
La adicción al móvil, a la tablet y a cualquier instrumento digital o informático va creciendo de forma alarmante, sin que la persona sea consciente de su adicción y, si es consciente, ya no es libre para ponerle remedio, necesitando una ayuda que, en la mayoría de los casos, no busca.
Las repercusiones personales, profesionales y sociales que esa adicción conlleva, son evidentes en la mayor parte de los casos y situaciones.
Esa dependencia provoca unas patologías psíquicas que aíslan a pequeños y adultos socialmente: Están en grupo, en familia, pero están solos, no se comunican.
Esas adicciones están llevando a un aislacionismo social nefasto en las relaciones sociales y profesionales.
Se han perdido varias generaciones, pero es la propia sociedad la que puede evitar que el problema crezca y continúe desarrollándose.
Es una labor que ha de empezar en los propios padres, para ellos mismos y para sus hijos y debe ser continuada por los profesores en los centros formativos, en cualesquiera de sus fases.
En los centros de estudio o de trabajo ya no se investiga, ya no se calcula. Niños y adultos ya no saben multiplicar, sumar, dividir, tienen olvidados los principios de la aritmética, el álgebra, la geometría y las matemáticas, ya no saben investigar, “buscarse la vida” en museos, bibliotecas y centros culturales , todo está en la pantalla.
Estas adicciones se manifiestan en conductas autistas en menores de tres años, en alteraciones en la conducta social y en la comunicación social, con patrones de conducta retraídos.
Todas ellas son algunas de las muchas de las alteraciones que conlleva esta adicción.
El Epidemiólogo Martínez González, catedrático de Salud Pública (Universidad de Navarra) afirma que el abuso de los móviles, con la conexión a internet, es responsable de problemas de salud mental y en el mismo sentido se pronuncia el Profesor Jonathan Haidt, Catedrático de Psicología Social.
Las pantallas pueden ser una de las causas de epidemias neurológicas entre menores y adultos.
El “pantallismo”, una sociedad digitalizada, además de influir negativamente en el rendimiento académico y profesional, puede desembocar en alteraciones emocionales y conflictos familiares.
Madame Curie Premio Nobel de Física, pionera en el campo de la radiación, manifestó, que “el radio es un gran descubrimiento, salvo, salvo si cae en manos equivocadas”.
Es evidente que esta afirmación se puede extrapolar a la Tecnología, a la Informática, que constituyen enormes avances sociales pero muy peligrosos en su defectuosa utilización.
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