¡¡¡Campeonas!!!

Jugadoras, engrandéceis el valor del subcampeonato. Vuestro temple y buena actitud, son ejemplares.

Hasta hace muy poco,  1971 oficiosamente, y  1983 oficialmente, la Selección española femenina  de fútbol no existía.

Ahora muchas niñas practican el fútbol en sus colegios y asociaciones, teniendo como referencia a las jugadoras de la selección Nacional.

¡¡¡Vale ya de lamerse las heridas, no hay que heridas que lamerse, llegar a donde estas jugadoras han llegado es poner toda “una pica en Flandes” !!!

Es cierto que en fútbol hay que meter un gol más, pero es también cierto y mucho más importante que la selección nacional femenina de fútbol no existía y existe y, además, “a lo grande”.

El camino de la Selección femenina ha sido arduo, tortuoso, difícil, con muchos palos en las ruedas y ninguna de sus jugadoras ha decaído, sino que, más bien el contrario, ha sabido superar todas las dificultades que se les han presentado con una actitud, aptitud, trabajo, tesón, fuerza de voluntad, sacrificio, ilusión encomiables, que les han llevado a realizar un juego alegre, vistoso, que ha contagiado a los españoles: Un verdadero espectáculo.

En su juego todo han sido luces y una tanda de penaltis no va a borrar esa alegría que desbordan y que contagian a los españoles, a sus “enloquecidos” seguidores, que disfrutan viéndolas jugar con ese desparpajo, valentía e ilusión con que afrontan cada partido.

¡¡Vale ya de oler a derrota, hay que oler a victoria!!, porque victoria ha sido lo que España entera ha visto y ha vivido.

Su camino ha sido difícil pero sus jugadoras lo han hecho fácil y alegre.

¡¡¡Basta ya de ruedas de prensa regodeándose en la final !!! La prensa tiene que imitar a las jugadoras y empujarles a seguir haciendo historia del fútbol español, que es lo que están haciendo.

Otra cosa es que una seleccionadora, que llegó al cargo “de rebote”, se dedique a marginar a jugadoras claves de la selección por cuestiones y revanchas personales y que no sabe tomar decisiones, decidiendo tarde y mal.  

Le cae “muy grande ese puesto”. De ese puesto tiene que salir. Si ha llegado hasta aquí ha sido por la supercalidad de las jugadoras.