Nerón Sánchez contempla España quemada.
De eso se trataba, de que la España gobernada por el Partido Popular ardiese, para atribuir la culpa al PP y poder ganar las elecciones.
El Nerón Sánchez sigue “al pie de la letra” las maquinaciones maquiavélicas de su cohorte de asesores, que pagan todos los españoles.
Nerón Sánchez inicia la batalla electoral en Castilla y León, Andalucía y Extremadura, sobre la tierra quemada, otra de sus “grandes obras“. Antes fue inundar la Comunidad Valenciana con la DANA y ahora quemar la España gobernada por el Partido Popular, para resistir en el poder: “EL QUE QUIERA ALGO QUE LO PIDA”, y se lo han pedido, pero la consigna a Virginia Barcones fue que “ahora es imposible”, y Virginia Barcones siguió fielmente las instrucciones de su amo para la batalla política.
Nerón Sánchez le dice a los españoles, desde su refugio de La Mareta, “bienvenidos al infierno, el que me siga, no se quemará”. Su objetivo se ha cumplido y no se le mueve ni un músculo de su cara. Es un psicópata.
Su estrategia de arrasar con fuego los territorios gobernados por el Partido Popular se ha cumplido.
Vino la Dana, “el que quiera que lo pida” y ahora con el fuego desbocado, “el que quiera que lo pida” y “ahora es imposible”.
Esas han sido sus estrategias y ambas se han cumplido.
En esa tierra quemada, Nerón Sánchez encuentra una oportunidad electoral. Basta unir la línea de puntos.
La misma estrategia que con la Dana.
Nerón Sánchez se regocija en el dolor, la ruina y la desolación de las víctimas que ha provocado: “Que me hubieran votado”.
Su maquiavelismo lleva a la ruina a las comunidades gobernadas por el Partido Popular.
Ahora son las cenizas, como antes fueron los pallets.
No le importan los muertos, ni las víctimas, ni la ruina humana, solo se importa él mismo y sus panderos, sus secuaces, sus cómplices, su ganado.
A intentar seguir resistiendo.
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