“La ausencia de salud mental, va más allá de la pérdida de salud, porque la salud implica «un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades» (Organización Mundial de la Salud, OMS). Por eso es necesario que la intervención que se realice sea global, y que la #familia participe en el proceso, teniendo su espacio para comprender y ser escuchada”.
Las personas que sufren enfermedad mental, según los datos que se manejan desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), resultan ser una de cada cuatro personas, o lo que es lo mismo, el 25% de la población sufre un trastorno mental a lo largo de su vida, además de preverse que este porcentaje aumente. El 22% de la población, por poner un ejemplo, padece episodios de ansiedad y depresión en algún momento de su vida.
Esto nos deja con que en las familias nos podemos encontrar el que alguno de los progenitores sea diagnosticado de alguna enfermedad mental, lo que conlleva una repercusión no sólo en la propia persona, sino en aquellos que le rodean.
Cuando se tiene hijos, es necesario tener en cuenta que es algo que no se puede ocultar, los niños van a darse cuenta de que mamá o papá ya no se comportan como lo hacían antes e incluso en algunos casos, el adulto tendrá que ser hospitalizado, por lo que pasará algún periodo de tiempo sin verle, y preguntará por el progenitor.
Este cambio que se da en la familia, como se comentaba, afectará a todos, por lo que es necesario atender no sólo al progenitor que ha desarrollado la enfermedad mental como suele suceder, sino también a la familia, a su pareja, y sobre todo a los hijos, para reducir los riesgos de que esto pueda llegar a influir negativamente en el desarrollo de los hijos y en la dinámica familiar.
Cómo abordar esto con el niño
Lo primero es informarse bien, estar preparado para explicarle lo que el otro progenitor ha sido diagnosticado de una enfermedad mental y responder a las posibles preguntas que le puedan surgir al niño en ese u otro momento. El otro progenitor también tiene que aprender a manejarse en esta nueva situación, para poder afrontar positivamente los cambios que se puedan dar.
“Cómo le explico a mi hijo qué le pasa a su padre y la #EnfermedadMental”
Es importante hacerle ver que la enfermedad mental tiene tratamiento, se puede utilizar como ejemplo una enfermedad física para que le sea más fácil entenderlo. También el que sepa que no se está solo en este proceso y que habrá ocasiones en las que se enfadará por la situación y se le permitirán espacios para que pueda hablar sobre ello. La edad del niño es otro aspecto a considerar a la hora de explicarle de una manera u otra, y al hacerlo se recomienda ir fijándose bien en sus reacciones, dándoles un momento para ir considerando lo que se les cuenta y también si se les observa confuso o angustiado.
Crear un ambiente estable, contar con apoyos de otras personas, saber que se encuentra en un entorno en el que se pueda manifestar las dudas o inquietudes que le puedan surgir, y que puede expresar sus emociones son factores de protección que reducen el riesgo de que el niño desarrolle dificultades.
“No hay que vivir la enfermedad mental en #soledad, contar con apoyos ayuda a afrontar y adaptarse a los cambios que se puedan dar”
Y sobre todo, no olvidar que es un niño, y como tal tiene que seguir su proceso, saliendo con sus amigos, yendo al colegio, divirtiéndose…
Sé el primero en comentar